Director: Robert Redford
En esta película del año 1994, vemos reflejado un controversial caso de la vida real, sobre un Programa de concursos llamado "Veintiuno", que estaba viciado, hechos que se registraron alrededor de los años 1958, aproximadamente; este programa era transmitido por la Cadena televisiva NBC y a su vez estaba patrocinada por un tónico: "Geritol"; este programa tenía el máximo nivel de audiencias, para ese entonces y sus productores eran Dan Enright y Albert Freedman.
Se observa en el filme, que para sus productores, la gran industria de la cadena NBC y el patrocinante farmaceútico; no es importante el servicio que preste este medio de comunicación y difusión de masas a las audiencias, sino que por el contrario hay un elevado y ávido deseo de hacer del medio televisivo un espectáculo que además de complacer al público, satisfaga sus fines financieros, hecho que se demuestra claramente, cuando el concursante del momento, Herbert Stempel, es obligado a perder, trampeado por los productores, pues en la medición del momento todo arrojaba que estaba descendiendo los índices de audiencia. No se cuenta para nada con ética profesional, lo realmente importante son "las cifras", tanto de audiencia, como de ingresos económicos; hasta el punto de llegar a trampear un programa que tenía el mayor índice de audiencia del momento en Estados Unidos; al observarse que un concursante había "tocado techo", como le decían al máximo nivel alcanzado y que no iba a causar en la audiencia, ni sorpresa, ni suspenso, ni tensión; entonces se decidía eliminar al participante y preparar a otro que llegara hasta ese nivel máximo y así repetir la operación las veces que fuese necesario. Para ellos la audiencia no buscaba demostraciones de conocimientos, sino una búsqueda de ver dinero, más dinero y también espectáculo. Esto apoya la idea de que incitaban a los espectadores a consumir, así garantizaban altísimos niveles de audiencia y los más asombrosos ingresos económicos a la gran Industria y al patrocinante también, pues la publicidad bombardeada durante el programa era increíble; este es un tipo de estructura creada por las grandes industrias, darle al público lo que desea, lo que espera y eso es parte del negocio. Además en el contexto de los años 60, la audiencia era un tipo de audiencia más pasiva, era más fácilmente manipulada, pues no había crecido, ni alcanzado las competencias necesarias para analizar, reflexionar y discernir entre lo que era la realidad o lo que le presentaban como un engaño disfrazado. Esta estructura, es observada como la estructura de las mediaciones, por la configuración y la interacción de los miembros de la audiencia con los medios de comunicación, tanto que se genera en ellos emociones diversas ya descritas y es esa manera de recibir de la audiencia que nos permite tener una mirada de cómo es afectada en niveles intelectuales, emocionales, de los sentidos... que en este film son muy bien manejados y lo observamos en la manera en que preparaban a los participantes para dar la respuesta correcta con una amplia sonrisa, o hacer largos silencios que creen tensión, la sudoración, los titubeos, los nervios... Hay una gran industria cultural manejando y mediando hábilmente a una audiencia, que ahora ha crecido y ha adquirido conocimientos, al punto de que si ese programa de concursos se diera actualmente, no tendría el mismo impacto que en el contexto de aquellos años 60.